lunes, 28 de abril de 2008

¿CÓMO SEGUIR LOS PASOS DE UN GALÁN? (consejos de un galán para futuros discípulos)

Lo primero que debéis de saber para ser un galán, es que la ley de la seducción rige nuestras vidas, y esto es tan cierto como que la ley del cariño rige el contagio de la gripe.


La vida de un galán es difícil, muy difícil. Si queréis ser galanes debéis de llevar una vida de sacrificio, comer poco, beber menos y hacer el amor hasta que se os descoyunten las ingles.


Un galán debe de comportarse como un señor, nunca comáis atún con cebolla antes de besar a una chica, si no queréis derretirle las pestañas postizas a vuestro pimpollo. Os lo digo por experiencia propia.


Si invitáis a una piba a vuestro nidito, lo primero es limpiar el servicio, eso es lo primero que miran. Una chica cuando va a casa de un posible seductor, lo dicen nada mas entra en su casa -¡Uuuyh! ¿donde tienes el servicio, que me estoy haciendo pis?-. Mentira, no se está haciendo nada, el único líquido que corre por sus venas se llama curiosidad, y solo quiere comprobar si tu vater luce un repugnante graffiti de la última vez que te inflastes de comer espinacas con garbanzos.


Y no es para menos, pensad que sus sagradas nalgas se van a posar en tu humilde vater. Tampoco tiene que estar esterilizado mediante una lluvia de protones negativos en un laboratorio, como el cagadero de la nave espacial global survivor. Pero un pasadita con Ten Bioalcohol no viene nada mal.


Otra cosa tenéis que saber que los galanes siempre salimos con pibas mayores que nosotros. Por ejemplo, que tú tienes 17 años, pues sales con una de 21, que tienes 21, pues sales con una de treinta, que tu tienes treinta ¡Cuidado, hay que saber parar e invertir la marcha, porque te veo en el Museo Arqueológico haciendo manitas dentro de un sarcófago!.
Un respeto para las personas nacidas sobre el año trescientos antes de cristo.


Otro consejo es que si vais a salir con una piba y os salen granos, camufláoslo pintándolos con rotulador negro para que parezcan lunares. Si la piba se escama y os pregunta, le decís que padecéis una extraña enfermedad que se llama “lunaritus espontáneus”, y que lo mismo salen que desaparecen. Si la piba tiene un padre dermatólogo y os llama al móvil, le decís amablemente- Yo padezco de lo que me da la gana, la ciencia cree lo saberlo todo, estúpidos darwinianos!. Seguidamente cambiáis de número y de chica. Siempre es mejor quedar como un chico extraño del que nunca mas se supo, a un idiota pubertoso.


Otra cosa siempre llevad un preservativo en la cartera, si no mojáis no pasa nada. Si pasa algún tiempo y al abrir la cartera se ha pegado a la tarjeta de crédito de no usarlo, yo no me fiaría mucho, posiblemente este en mal estado.

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