domingo, 20 de julio de 2008

VACACIONES AUTODESTRUCTIVAS 2

Hola ya estoy aquí de nuevo. ¿Os acordáis de la ensalada, la sombrilla y todo ese rollo? Como os dije aún hay mas. No todo es desastroso en mis vacaciones, me puse a pescar y cogí una hermosa palometa, ya solo faltaba echar de nuevo la caña y pescar el queso. Pero no fue así, ese día los quesos marinos no tenían hambre, pero a cambio pillé una buena caballa que directamente fue a nadar a la barbacoa.
Pero aquí como interesan son los episodios catastróficos, os tengo que contar que la Alicia tiene un loro pequeño, un agaporni o inseparable. Alicia y el loro son inseparables, el cuarteto amoroso es el siguiente: El loro no se pude separar de Alicia, Alicia no se puede separar de mí, y yo no me puedo separar del taperware de los filetes empanados.
Total que el primer día nos toca dormir en el coche, ya que no tuvimos narices de montar la tienda. Evidentemente el loro dormía en la suite de
cuatro ruedas, apenas pía por la noche pero al amanecer cuando todos los seres emplumados se levantan, incluida la gallina caponata, el bicho se pone a dar por culo que ni os imagináis, le entra el baile de San Vito, pia, canta, cacarea, zapatea, ensaya clases de claqué, hace invención de mobiliario, y pone huevos simplemente pa joder. Es su manera de dar lo buenos días, que por mí ya lo podía dejar por escrito, sobre todo si has dormido con la palanca de cambios apuntándote a los riñones.
Total me salgo a petición descontrolada de la simpática mascota, pensado si no quedaría mal de cebo. Y de repente un retortijón me recuerda que no visito el vater desde hace tres días. ¿Dios mío porque yo? ¡Con lo que me jode cagar en vate ajeno!. En un espigón la verdad es que hacerlo tien sus ventajas, por ejemplo hay demasiado espacio para no tener que guardar cola, lo malo es un poco incómodo, cagar entre piedra y piedra no es muy recomendable por el protocolo, aparte de cagarte en los botines como me pasó a mí, también te pues dar una buena ostia y a parte de hacerte un buen chichón, puedes ponerte de mierda, que no te reconozca ni la madre que te parío, sin olvidanos del típico barquito de pesca que cruza en pleno acto, te señala y dice -¡Mira, mira un tío cagando!. ¡Joder que esperaba ver entre las piedras! ¿A Elsa Pataki
probándose un modelito?.
Total despues de trepar por las piedras como una araña con el culo dolorido, consigues salir arrastrando con el pie una tira de papel fugitva muestra de tu hazaña bélica, la misma que metes en el coche y la misma por la cual tu parienta te suelta "tremendaostia" que te deja sordo pal resto del día sin memoria, tomándo el sol bajo la sombrilla pensando ¿Quién soy, donde voy y por que me escuece tanto el culo cundo me meto en el agua?. Y como decía porky ¡¡¡Esto- to-to, no es to-too-do amigos!!
Hasta la próxima entrega, felíz veraneo.

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